Todo había sido preparado para un trasplante convencional: Silvia Zapata, de 59 años, recibiría parte del hígado de su hijo en reemplazo del suyo, afectado por un cáncer. Pero esa misma mañana, en otra habitación del Hospital Austral, la salud de Alicia Torres, de 42 años, en coma como resultado de una hepatitis fulminante, se deterioraba minuto a minuto. Lo único que podía salvarla era un hígado nuevo; de lo contrario, sufriría un daño cerebral irreversible.
«Ese martes, antes de entrar en el quirófano para hacer el trasplante de Silvia, pasé a ver a Alicia y nos informaron que no había ningún operativo en marcha –recordó el doctor Gustavo Podestá, director de la Unidad de Trasplante Multivisceral del Austral–, pero cuando comenzamos a operar a Silvia me di cuenta de que su hígado podía servir como puente hasta que apareciera el donante.»
Nota completa en:
https://www.lanacion.com.ar/sociedad/inedito-trasplante-domino-en-el-hospital-austral-nid1212273/